Por Vida Inmobiliaria | Nayarit, México
Es una pregunta que muchas personas se hacen cuando empieza la vida adulta o al formar una familia: ¿mejor compro o sigo rentando?
La respuesta no es la misma para todos, pero si ponemos los números sobre la mesa y miramos más allá del mes en curso, invertir en una propiedad suele tener un impacto positivo en tu futuro financiero.
Aquí te explicamos por qué, con ejemplos claros y reales.
1. La mensualidad que desaparece vs. la que construye patrimonio
- Renta en zona media: $7,000 pesos mensuales
- Hipoteca por 20 años con Infonavit o banco: $7,000 pesos mensuales
La renta se va cada mes y no vuelve.
La hipoteca va formando tu patrimonio.
En 5 años pagando renta, has invertido $420,000 y sigues sin casa.
En 5 años pagando hipoteca, ya tienes más del 20% de tu casa pagada (o más si adelantas pagos).
2. ¿Y si rento en zona buena y compro en zona en crecimiento?
Hay quienes argumentan:
“Prefiero seguir rentando en buena zona que comprar lejos.”
Pero aquí va el truco:
- Puedes comprar una propiedad en preventa o en zona de alta plusvalía a mensualidades similares a una renta…
- Y mientras tanto seguir rentando donde vives cómodo.
En unos años, esa propiedad comprada puede duplicar su valor, rentarla y cubrir tu hipoteca sola, o revenderla para dar el enganche de otra donde sí quieras vivir.
3. ¿Y si pierdo el trabajo o ya no puedo pagar?
Mucha gente teme el compromiso de la hipoteca. Pero la verdad es que:
- Una casa hipotecada se puede vender o traspasar.
- En muchas ocasiones, incluso se puede rentar y que el inquilino pague por ti.
La clave es no comprometer más del 30-35% de tus ingresos, y si puedes, amortizar cada año con un pago extra. Esto reduce años y ahorra intereses.
4. Comprar no siempre es sinónimo de endeudarte al tope
Existen alternativas:
- Preventas con financiamiento directo del desarrollador.
- Terrenos pagados a plazos sin crédito bancario.
- Créditos compartidos con pareja o familiar.
Comprar no es solo para quien tiene millones o ingresos fijos altísimos. Es para quien tiene visión y estrategia.
Conclusión:
La renta te da flexibilidad, pero también te aleja del patrimonio.
Comprar, bien pensado, puede significar tener algo que te respalde, te genere ingreso y eventualmente… pague otras cosas por ti.
No se trata de correr a firmar una hipoteca. Se trata de informarte, comparar, y no dejar que pasen los años sin construir nada a tu nombre.